Como sabeis acudimos ayer a ver a Fito y los Fitipaldis a Lugo, donde nos lo pasamos realmente bien. Paso a detallaros un poco los acontecimientos vividos.
En primer lugar salimos a las 5 y media de la tarde y nos encontramos con que Oscón y Martita practicamente estaban sin dormir ya que el cumple del fiel, que fué el día anterior, se hizo bastante duro.
Llegamos a Lugo en una horita, y fuimos a un garito que se llamaba Ruada creo, a tomar unos cacharros. Allí ya empezó el desbarre, recibimos a Marco, Lua, Vidy y Cris, como se merecían y nos calzamos hasta que faltaba media hora para que empezara el concierto. Cogimos un taxi y nos fuimos para el palacio de los deportes. Vomité en marcha, tres o cuatro veces, sin manchar el taxi en absoluto. El taxista se partía. Que cabrón. Y los que venían en el taxi de atrás comentaron que con la risa no podían ni respirar.
El concierto muy bien. Quizás estuvo mejor el de Coruña, pero nos lo pasamos de puta madre. Os dejo un par de fotos del concierto debajo para que lo veais.
Después del concierto volvimos al pub de por la tarde a acabar de mazarnos del todo, y fueron las putas risas. Entre copa y copa s
e produjo el esperado, pero no por ello menos espectacular, ataque de la cobra. No dabamos crédito. Hay documento gráfico, pero estoy esperando la autorización del atacante para publicarla. La foto no tiene desperdicio.
Después de esto y viendo que no viviríamos nada mejor en la noche, Lua, Marco y sus amigos, decidieron abandonarnos. Ah, Oscón y Marta ya lo habían hecho hace un ratito, porque las fiestas del Jueves y Viernes habían hecho su efecto y estaban rotos.
Entonces quedamos los tres fenómenos y nos fuimos a un par de garitos. Como no teníamos un pavo, intentamos sacar dinero en por lo menos 10 cajeros lugueses y ninguno nos daba guita. Al final un cajero de la Caixa Galicia nos dió 60 Euretes que fueron bien invertidos. A las 6 y pico el alcohol, pollito y Mon pudieron conmigo y decicí volver a casa, dejando a los otros dos elementos por ahí. Llegué y las marsopas de Oscón y Marta no me abrieron la puerta, por lo que decidí congelarme en la calle (1ºC), hasta que llegó Iria, que gracias a Dios que fué pronto.
A las 9 y media, llegaron Batman y Robin, montandola parda, lamiendo mirillas, y demás perversiones, y ya no hubo quien pegase ojo, entre risa y risa. Hay que mencionar que Mon despertó a Oscón tres o cuatro veces, preguntandole cosas tan dispares como el punto de cocción de la lasaña, otra movida que no me acuerdo de las berenjenas, y como se hacía una queimada. En fin!!!
Por supuesto hay información reservada, aunque podeis ver seis o siete fotos en mi carpeta del pc del bajo. Solo me guardo dos fotos, la que os decía antes y una en la que yo particularmente doy miedo, porque parece que estoy poseido.
Por último comimos en Lugo bastante decentemente y bastante barato, y las 7 estabamos aquí. Y con esto y un bizcocho... hasta el próximo conciertocho...