lunes, abril 07, 2008
Por gentileza de Iago Bejerano, que me lo envió al correo:
Un testigo de Jehová se sienta junto a un gallego en un vuelo de Santiago a Madrid.
Cuando el avión ha despegado empiezan a repartir bebidas a los pasajeros. El gallego pide un cubata de ron. La azafata le pregunta al testigo de Jehová si quiere beber algo.
Contesta el testigo de Jehová con mal tono: “Prefiero ser raptado y violado salvajemente por doce putas de Babilonia antes de que una gota de alcohol toque mis labios".
El gallego le devuelve el cubata apresuradamente a la azafata y dice: "Eu tamén. Non sabía que se podía escoller"
Un testigo de Jehová se sienta junto a un gallego en un vuelo de Santiago a Madrid.
Cuando el avión ha despegado empiezan a repartir bebidas a los pasajeros. El gallego pide un cubata de ron. La azafata le pregunta al testigo de Jehová si quiere beber algo.
Contesta el testigo de Jehová con mal tono: “Prefiero ser raptado y violado salvajemente por doce putas de Babilonia antes de que una gota de alcohol toque mis labios".
El gallego le devuelve el cubata apresuradamente a la azafata y dice: "Eu tamén. Non sabía que se podía escoller"